аннотация
Mujeriegos ha habido y habrá siempre. A ellos se les dedican numerosas novelas y poemas. Tuve la oportunidad de comunicarme con mujeriegos en la escuela, luego en la universidad y finalmente en el trabajo y escuchar sus historias y aventuras a modo de memorias.
Quería presentar sus revelaciones en un lenguaje cotidiano, típico de la conversación de hombres borrachos en fiestas amistosas, cuando hablan “de pan y sal, de la tierra y de la Madre E.